sábado, 30 de abril de 2022

LIBRO DE BAUTISMO DE ESCLAVOS: AÑO DEL SEÑOR DE MIL SETECIENTOS CINCUENTA Y CUATRO

 


Por: Lilia Ferrer-Morillo

Del 25 de abril de 20221

1 Hoy Venezuela recuerda el nacimiento de José Leonardo Chirino, A quién Carlos IV de España, llamado «el Cazador», por intermedio de la Real Audiencia de caracas, ahorcó el 10 de diciembre de 1796 en la Plaza Principal, le arrancó la cabeza y colgó sus manos en el sitio de Caujarao, en el piedemonte serrano del hoy estado Falcón de la República Bolivariana de Venezuela, por su lucha a muerte por su genealogía libertaria.




En el asentamiento de Curimagua, muy cerca del lugar de Quiragua, me ha sido presentado por una mujer Xirahara un niño varón nacido de su unión libre y espontánea, como las aguas del imponente río Hueque, con el guerrero guineano Ousmane.

La madre, quien declara ser hija del maíz y de las estrellas, dice registrar a su hijo en el libro de los vivos y negarse a firmar con su palabra ágrafa, en cualquier libro diferente que no sea el de las genealogías libertarias.

La madre Xirahara dice que su vientre libre se niega rotundamente a aceptar que su hijo sea nombrado zambo, sea nombrado esclavo, sea nombrado pardo.

El padre Ousmane, desde el silencio de la noche, le ha dicho que su hijo, nombrado por los viles como José Leonardo, viene en verdad de los Anagachi, Angola, Arara, Arache, Arobi - Bambi, Beñon, Barila, Binga, Bemba, Bran - Cachanga Cafo, Cambindo, Cabuta, Camoanda, Camaconda, Camojunda, Candala, Carabali, Casimba, Catangala, Cataloaqui, Catende, Congo, Cyle - Chalala, Chara - Ebia, Embuila, Fulo, Folopo, -Ganga, Guachi, Guaza, Guinea, Guunga, - Jerrero, Jiri – Luango-Mabala, Malemba, Mandele, Mandinga, Mina, Mobangombe, Mojinga, Monda, Mondongo, Mosanga, Matoangombe, Mugunchi - Nago - Popo - Quiboto, Quinene, Quisongo, Quisulo - Sape, Soso, Suchi, Sundi - Tacanga y de los Tari.

En noche conjurada de encanto de duendes gayones y jirajaras, la madre confiesa que el niño que la obligan a nombrar José Leonardo y a apellidar Chirino, es el elegido para traer a tierra firme las ideas libertarias de Haití, la Grande, Haití, la africana.

Sabe ella, Xirahara, que ahorcado su hijo por la Real Audiencia, la de Caracas, cortarán sus manos, traspasaran su garganta.



He enfrentado la discriminación en muchos aspectos por ser negra, por ser mujer, por la clase social, por ser una negra que no es deportista, por ser estudiante universitaria foránea y las otras ya ni las menciono.


 

María Isaac Nacida el 20 de diciembre de 1983 en Maracaibo Estado Zulia- Venezuela. Criada en el pueblo de San José de Heras- Municipio Sucre, mejor conocido como el Sur del Lago de Maracaibo. Hija de Madre Sanjosedera y Padre Trinitario. Desde pequeña sentí el llamado de mis raíces Afrodescendientes y comencé a incursionar en grupos culturales, sintiendo a través de la danza el calor de nuestra África. He enfrentado la discriminación en muchos aspectos por ser negra, por se mujer, por la clase social, por ser una negra que no es deportista, por ser estudiante universitaria foránea y las otras ya ni las menciono. Sin embargo la meta siempre fue continuar.

Graduada en la Universidad del Zulia donde actualmente soy docente, asisto con orgullo a mis clases con mi afro o mis turbantes. Al principio causó curiosidad y posibles risas, pero me ocupo de dejar muy claro que mi profesionalismo no va de la mano con los estándares de belleza impuestos por la colonización. África vive en mí a través de un sentir, del vestir, vive en mí cuando mi estética es mi propia política, convertida en resistencia. Coordino el Movimiento Vanguardista de Mujeres Afrodescendientes en Zulia, con la misma meta, la misma misión: Visibilizar nuestras luchas y aportes a la sociedad.

Hablar de discriminación es hablar de sinceridad. De reconocer que ésta existe, se le ve muy de cerca, otra veces disfrazada, sutil. Pero está. Hay mucho por recorrer, por desaprender, por conquistar. Reconociendo que no hay unos más iguales que otros. Que todos somos personas merecedoras de respeto, valiosas y que resisten día a día. Por eso cada amanecer demuestro mi orgullo de ser Afrozuliana.


Ciudadanía y Microrracismos en Venezuela


 

Por: Celina Castro Jaimes1

1 Licenciada en Educación Mención Idiomas Modernos 


(La Universidad del Zulia - LUZ). 


Magister Cientiarium en Lingüística


 y Enseñanza del Lenguaje (LUZ). 


Doctorante en el Programa de Formación Avanzada en Ciencias para el Desarrollo


 Estratégico (Universidad Bolivariana de Venezuela). 


Coordinadora Regional del Centro de Idiomas Rosa Luxemburgo (UBV.


 Maracaibo - Zulia)




 La ciudadanía es un tipo especial de contrato que supone cumplir y hacer cumplir derechos y deberes mediante una relación permanente entre personas y agentes de un Estado específico. Además, incluye un conjunto de prácticas jurídicas, políticas, económicas y culturales que promuevan la justicia, igualdad, equidad, respeto y tolerancia hacia el otro en un marco de diversidad multiétnica y pluricultural como en la sociedad venezolana. La ciudadanía como una idea en singular –colectivo, desde la democracia representativa atenta contra el genuino concepto de igualdad. Ya que como señala Rubio (2003) termina por negar en la práctica los derechos de las minorías sociales y étnicas al forzarlas a una homogeneización con las pautas de la mayoría; y semejante proceso homogeneizador es injusto ya que profundiza la marginación sociocultural en beneficio de los grupos privilegiados. Es por ello, que se habla de una democracia racial, bajo la perspectiva liberal, que promueve un ideal de diversidad cultural e inclusión que persigue unas identidades y culturas aisladas, eclipsadas en el pasado, un “multiculturalismo de boutique” (Fish ,1997 en Mc Laren ,2006:172).

Miradas al Racismo: El Mito de la Democracia Racial En Venezuela.

Existe en Venezuela, un discurso generalizado, en la población en cuanto a la identidad, aduciendo que “aquí todos somos mestizos” y por tanto se le trata a todos los ciudadanos con justicia e igualdad; esto se resume en la frase, somos un país “café con leche”. He ahí, el mito de la democracia racial que ha configurado en el imaginario colectivo, los ideales de ciudadanía e igualdad comunes para todos pero que, en la práctica traiciona sus postulados discriminando y excluyendo pobres, iletrados, no blancos, mujeres. Es necesario, enfatizar que la noción de mestizaje en nuestro país, responde a la imagen global de una “América mestiza” que en realidad se acerca más a una versión europeizada o blanqueada de la identidad nacional como modelo de etnicidad. Incluso durante el periodo de la democracia participativa y protagónica de corte progresista en los tres primeros años del gobierno del presidente Chávez, todo el cuadro gubernamental se autodenominaba “mestizo”; expresando frases como “en este país no existe racismo” (García, 2005:39)

La noción de “mestizaje” invisibiliza a las 20 comunidades Afrovenezolanas, distribuidas en 14 estados entre ellos: Miranda, Vargas, Yaracuy, Falcón, Sucre, Carabobo, Bolívar, Zulia que pasan desapercibidas como comunidades vivas y diferenciadas del resto del país cultural y políticamente excluidas de la agenda política de los gobiernos de turno. Zonas con reservas de agua y potencial agrícola.

Si bien es cierto, que en Venezuela no existe un “racismo institucionalizado”, como existía en el Sur de Estados Unidos de Norteamérica o en Sudáfrica con el “Apartheid”, si han habido episodios de agresión física por causas raciales especialmente durante las guarimbas de 2017 a jóvenes afrodescendientes destacándose el episodio contra Orlando Figuera, específicamente por su simpatía con el gobierno bolivariano. La realidad venezolana es contundente, es raro observar en oficinas o entes públicos y privados personal con cargos importantes de tipología afrodescendiente, los medios de comunicación televisivos excluyen a personas de tez oscura, se restringe el ingreso a sitios privados de personas de fenotipo a la africana, los cuerpos policiales detienen con mas frecuencia a jóvenes afrodescendientes que a otros grupos étnicos.

De hecho, la discriminación racial en la sociedad venezolana no es algo de lo que abiertamente se hable, pues se le resta importancia y hasta se trata jocosamente el tema “naturalizando” los estereotipos raciales y hasta asumiéndolo como idiosincrasia nacional:

La ausencia de segregación institucionalizada y agresión violenta entre “grupos raciales” ha generado una actitud de muchos venezolanos de no reconocer la existencia del racismo en esta sociedad. Saben de la disparidad económica que vive el país y han observado algunas prácticas de discriminación contra los sectores menos privilegiados. Sin embargo, se ha evitado articular el racismo con la pobreza y la discriminación casi considerada como un tabú (Ishibashi, 2007:27)

Antes del proceso de esclavitud, los negros eran simplemente negros, una porción de la humanidad con un poco mas de melanina en la piel; fue después de 1789 que con la bandera de la Revolución Francesa de “todos los seres humanos somos iguales” a través de la supuesta: libertad, fraternidad e igualdad, que la esclavitud se convirtió en incomoda entre iguales, inconcebible ahora esclavizar un ser humano blanco, por mas pobre que fuera! En consecuencia “la respuesta fue transformar al esclavo en negro: los negros eran “naturalmente esclavos porque eran inferiores, lo que se “evidenciaba” en el color de su piel.

Así, ser negro pasó a ser sinónimo de esclavo y, por ende, esclavo pasó a ser sinónimo de “negro”. Asociado con la esclavitud el color negro se impuso como marca de inferioridad. A partir de allí los negros se vuelven “negros”. Lo que ha cambiado es el significado de esa expresión, significado que cambió por la esclavitud: los negros son “negros” porque son esclavos y no a la inversa. Por eso se suele denominar “negro” a cualquier población, de cualquier color, que ocupe en la escala social una “posición inferior” en particular, a la clase obrera: esos “negros villeros” (Sartelli, 2010:229-230)

De esta manera, se plantean elementos inculcados por el discurso de la modernidad sobre un concepto ficticio de “raza” que justifica una supuesta capacidad o inferioridad de unos y otros basados en tres razones que legitiman el racismo, la discriminación y la exclusión:

La primera fundamentada en una justificación biológica. Se inventó eso de que los “negros” eran más parecidos a los gorilas que a los humanos. El segundo aspecto fue el religioso, ya que los africanos no aceptaron la imposición de la religión cristiana y siguieron defendiendo su espiritualidad, por lo tanto como eran unos infieles, tenían que pagar con su trabajo la expiación de sus almas y el tercero fue el elemento intelectual, sobre todo después de que Kant y Hume en el siglo XVIII argumentaron que la inteligencia de los africanos estaba “por debajo de los insensibles”, cosa reforzada después por los iniciadores de la antropología eurocéntrica.” (García 2 ,2006: s.p.)

Intelectuales venezolanos del Siglo XX, difundieron parámetros del pensamiento modernista para construir la noción de ciudadanías necesarias para el país, basadas en una tendencia que favorecía a individuos blancos percibidos como superiores, avanzados, inteligentes y educados; genéticamente preparadas para el desarrollo y progreso de la nación. El economista Alberto Adriani evidencia su concepción racista al decir:

El peligro negro es el más grave y su solución es más difícil. Ya Venezuela tiene una población negra considerable, que no es conveniente tratar como raza inferior. Por otra parte, seria difícil rechazar inmigrantes negros de los Estados Unidos. Se podría tal vez proceder de otra manera con los negros antillanos que tienen un nivel inferior al de nuestros nacionales y que, aún cuando puedan favorecer temporalmente nuestra propiedad económica, serían un elemento nocivo de nuestra vida intelectual, social y política. En nuestro país (los negros) han sido la materia prima, el elemento en el cual reclutaron sus ejércitos casi todas las revoluciones. Un aumento sensible de la población negra podrá turbar el desarrollo normal de nuestras instituciones democráticas y de toda nuestra vida nacional, y sobre todo, comprometer gravemente nuestra unidad moral” (Adriani ,1987 en García ,2001:81).

En esta declaración, Adriani propone usar políticas de inmigración selectivas, tendientes a un blanqueamiento de la misma negritud- frente a aquellos caribeños por considerar a estos más pobres y atrasados que sus pares del norte.

Otro intelectual que en los años 30’s que tenía marcadas posiciones racistas fue Uslar Pietri, quien señalaba en 1937, lo siguiente:

La aparición del negro en América fue una consecuencia de la misma incapacidad del indio. El negro, por su parte, tampoco constituye un aporte que pueda beneficiar a la raza. La mezcla resultante no ha superado los componentes originales. Lo que podríamos llamar la raza venezolana actual, en rasgos generales, es tan incapaz de una concepción moderna y dinámica del trabajo y de la riqueza como lo fueron sus ascendientes para construir los Estados modernos” (Uslar Pietri, 1937 en García, 2001:50).

Posteriormente, al ganar las elecciones Rómulo Gallegos este intelectual escribiría: “los negros están mandando” (Uslar en García, 2005:31) .Luego, en los años 40’s con la dictadura de Pérez Jiménez se trató de construir el proyecto de “el ideal nacional” trayendo inmigrantes de Europa Occidental como impulso para lograr el verdadero desarrollo del país con gentes de otros pueblos. “La dictadura de Marcos Pérez Jiménez” (1948-1958) contribuyó a profundizar la teoría del mestizaje, en el sentido que entre más nos blanqueáramos seriamos mejores” (García, 2005:31).

Microrracismos: ¿racismo inofensivo o violencia lingüística encubierta?

El microrracismo es una forma sutil de discriminación que fomenta un contexto de prejuicio, estigmatización, rechazo y exclusión que acaba produciendo abusos y violaciones a los derechos humanos. La activista, Diana Pinacho del colectivo “Huella Negra” y de la Red de Mujeres Afrodescendientes en Ciudad de México en el articulolos Microrracismos Invisibles: ¿Qué es y cómo Cambiarlo? Señala:

hay toda una serie de actitudes y expresiones que parecen no ser ofensivas por la regularidad con las que las decimos; sin embargo, devienen de un sistema de pensamiento que excluye o minimiza a toda una comunidad. Los microrracismos son como estas extensiones del racismo que son mucho más aceptadas en la sociedad, que las vemos como algo común y, que las vemos, incluso, no tan ofensivas (en Domart, 2020:s.p.)

Debemos reconocer que convivimos con una práctica encubierta y silenciosa de discriminación y exclusión que crea lo que Mbare Ngom, llama también “racismo cotidiano”. Este investigador guineoecuatoriano señala:

Expresiones como “oye negrito” o “trabajar como negro”, es racismo cotidiano y la gente se embarca en ello sin ni siquiera darse cuenta por qué está tan metido en nuestra vida diaria que pensamos que es normal, y eso es lo grave.” (2014:s.p.).

Hagamos un breve recorrido por algunos microrracismos. Existe un tipo de microrracismo que folcloriza al otro sujeto. Hemos sido testigos alguna vez en alguna fiesta cuando alguien señala a algún afrodescendiente con la frase “todos los negros bailan bien” con lo cual se alude a que por tener ciertas características físicas e incluso el elemento genético, los afro tienen que saber bailar. También se plantea esta situación en el campo deportivo done por características fenotípicas se encaja a los y las afro en deportes o tareas de alto rendimiento deportivo “los negros son buenos futbolistas / jugadores de basketball “,”los negros son buenos boxeadores”

Otro elemento de microrracismo es el que atañe a los estándares de belleza promovidos por los medios de comunicación. Ejemplos aparentemente inofensivos y muy comunes para las mujeres afro son: “para ser negra eres muy bonita “ o “eres una negra bonita” , “eres bonita a pesar de ser negra” ,” cásate con un blanco para mejorar la raza”, “alísate ese pelo malo pareces una bruja”. Allí, se enfatiza que la mujer afro sobretodo a pesar de su tez oscura sigue o debe seguir el patrón hegemónico blanqueado de belleza.

Además, está la noción de pobreza, por ejemplo, que ha sido relacionada directamente con la de “raza negra”. El color de la piel es estigmatizado como símbolo de pobreza hasta el punto de fomentar la asociación de la dualidad negro = pobre; así el sistema capitalista creó la idea de que “La carga negativa de la palabra “negro” tiene un origen de clase. Los negros son pobres porque son negros….Negro se transformó entonces en lo malo ,en lo sucio; en un insulto que consistía en una inferioridad .”Negro sucio”, ”negro de mierda.” (Sartelli, 2010:250-251).

El microrracismo puede traspasar todas las esferas públicas. Esto se evidenció en el caso particular, del primer afrovenezolano en un puesto ministerial, el Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa “…cuando se radicalizó y se lanzó a la presidencia de la Republica separándose del partido Acción Democrática .Las referencias periodísticas y medios audiovisuales de ese momento estuvieron signadas por el racismo :No queremos un presidente negro” (García ,2005:32).

El maestro Prieto Figueroa, no alcanzó a incluir la variable afro dentro del currículo educativo debido a su poca conciencia étnica para aquel momento; igual sucedió con el segundo afrodescendiente en ese cargo ministerial Aristóbulo Istúriz, del cual Teodoro Petkoff mencionó en su diario Tal Cual refiriéndose también al ex presidente Chávez “Aristóbulo es el jefe de campaña de Chacumbele en Miranda (Uzcategui, 2012:s.p.) Posteriormente, al ser primer vicepresidente de la Asamblea Nacional se decidió a confrontar directamente el problema del racismo y la discriminación al apoyar e instar a los parlamentarios para aprobar la Ley contra la Discriminación Racial en 2011. En una nota de prensa, Istúriz señaló que aún hay personas que dicen que en el país no existe la discriminación contra la población de afrodescendientes. “No es casual  que lo negro siempre se asocie a lo malo. Aquí se habla de viernes negro, las aguas más asquerosas las llaman aguas negras, no blancas (…) Aquí el pelo bueno es el liso. Esto tenemos que enfrentarlo”. (Alcalá, 2011:s.p.)

Contrariamente, siendo Asdrúbal Aguiar, secretario de la Presidencia (1995) y líder de los Derechos Humanos para la burguesía “se le salió su racismo colonial cuando le respondió al presidente de Amnistía Internacional, Pierre Sané, que se fuera con su Macumba a África (García ,2005:32). Esto se debió a que, el Sr. Sané expresó que la violación a los derechos humanos y el hacinamiento en Venezuela tenían solamente rostros afrodescendientes, característica que aún se mantiene.

En Venezuela aun hoy, año 2022, hay actualmente una racialización del conflicto político donde los “chavistas” son calificados de: negros, monos, sucios, hediondos, analfabetos, burros, rudos. Seguimos siendo una sociedad donde mientras más clara es la piel mejores oportunidades se tienen. Una sociedad donde "negro” e “indio” siguen siendo insultos y donde muchas empresas tienen criterios de selección de personal abiertamente racistas.

¿Cómo Superar los Microrracismos?

De acuerdo a Pinacho, ella propone como uno de los primeros pasos 


la empatía y la disposición para escuchar al


 otro, pues de  este modo nos daremos cuenta 


qué efecto tienen esas expresiones cotidianas de corte racista en


 aquel que las recibe.” (Domart, 2020, s.p.)

Por otro lado sugiere entender la posición de ventaja que tuvo y tiene el blanco históricamente. Luego, escuchar a ese otro para comprender su situación y empalizar con esa persona desde su vulnerabilidad. Seguidamente, cambiar el discurso de modo tal de transformar el sistema de practicas verbales que violentan la integridad de los otros.

Si se quiere vencer el racismo, la discriminación y otras formas conexas de intolerancia, se propone una nueva ciudadanía en singular- plural, Jean Luc Nancy (2006) en diálogo pluricultural donde haya “el reconocimiento del doble derecho humano poscolonial: tenemos el derecho a ser iguales cuando la diferencia nos inferioriza; tenemos el derecho a ser diferentes cuando la igualdad nos descaracteriza” (Santos, 2010:66)

Finalmente, tenemos la responsabilidad de repensar el modo en que vemos y nos dirigimos a los demás, prestando atención a su lugar en el mundo, empalizando con el dolor y la violencia que las palabras y actitudes causan en el corazón y el alma y que van dañando a una población que ha llegado hasta nuestros días atravesada por luchas ancestrales desde la Madre África.

Bibliografía

Alcalá, Yenderth. (2011) . En Venezuela tenemos que Enfrentar la Discriminación Racial. Articulo de prensa en Correo del Orinoco. Consultado on line el 18 de Mayo de 2014 en:

http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/venezuela-tenemos-que-enfrentar-discriminacion-racial/

Domart, Laura. (2020) Los Microrracismos Invisibles ¿Què es y Como Cambiarlos? Pagina Sputnik Mundo .https://mundo.sputniknews.com/20200620/los-microrracismos-invisibles-que-es-y-como-cambiarlo-1091820769.html

García, Jesús (2006). Tenemos que marchar hacia la igualdad, lograr que al fin y al cabo todos seamos de verdad iguales. Entrevista en ENcontrARTE .Fasciculo #53. Consultado el 25 de Mayo de 2014 en:

http://encontrarte.aporrea.org/53/entrevista/a7488.html

García, Jesús. (2005) .Afrovenezolanidad e Inclusión en el Proceso Bolivariano Venezolano. Red de Organizaciones Afrovenezolanas. Ministerio de Comunicación e Información. Caracas, Venezuela. p. 31, 32,39

García, Jesús. (2001). Comunidades Afroamericanas y Transformaciones Sociales en Estudios Latinoamericanos sobre Cultura y Transformaciones Sociales en Tiempos de Globalización. Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) .Buenos Aires, Argentina. p.50, 81

Ishibashi, Jun. (2007). Multiculturalismo y racismo en la Época de Chávez: Etnogénesis Afrovenezolana en el proceso Bolivariano. Revista Humania del Sur .Año 2, No 3. Julio-Diciembre. Universidad de los Andes. Mérida, Venezuela. p. 27

Mbare Ngom, Faye (2014).  

La Educación es un Proceso Humano que Construye Nación. Entrevistado por Fuentes, Paula Andrea.

 En

 el marco de la ‘Primera jornada de Pensamiento: Pedagogías para la Inclusión y Pensamiento Decolonial

 Afrocolombiano’ . Consultado

 on line el 15 de Mayo de 2014 en :

http://www.educacionbogota.edu.co/index.php?option=com_content&view=article&id=3224%3Ala

-inclusion-es-un-proceso-humano-que-construye-nacion&catid=49%3Anoticias

Mc Laren, Peter. (2006) La Enseñanza Contra el Capitalismo Global y el Nuevo Imperialismo. Una Pedagogía Crítica. Editorial Popular. España. p. 172

Sartelli, Eduardo. (2010). La Cajita Infeliz .Un viaje a través de la Sociedad Capitalista. Colección Alfredo Maneiro. Serie Pensamiento Social. Fundación Editorial El Perro y la Rana. Caracas, Venezuela .p. 229-230,250-251

Uzcategui, Saúl. (2012). El Voto de los Tequeños .Articulo en Tal Cual Digital. Consultado on line http://www.talcualdigital.com/nota/visor.aspx?id=740851



¡Aceptemos que todos y todas Somos Diferente!


 

Por: María Eugenia Mijares1

1 Antropóloga. Coordinadora Movimiento Social Afrodescendiente de ARAGUA.


            Cada cultura puede tener formas de pensar, sentir y actuar diferentes, esto es lo que puntualmente nos hacen especiales; la lucha continua por un mundo humano donde todas y todos respetemos nuestras diferencias y nuestras verdades. Debemos procurar la tolerancia de todo aquel o aquella que nos es diferente por su religión, su conducta sexual, su definición étnica o por su tendencia política e ideológica.

Se hace imprescindible reconocer que subsisten conductas discriminatorias en el mundo occidental en la actualidad. El compromiso en la Revolución es descolonizar, desde la visión bolivariana ser Afrodescendiente es la afropolitica .Leyes que nos permitan asegurar el derecho a la vida, la educación, el trabajo, la justicia social orientadas a la liberación y a la igualdad sin discriminación. El tema étnico tiene que ver con superar un problema histórico, fundamentalmente en la necesidad de luchas reivindicativas y que dejarían atrás el angustioso camino del racismo, la segregación, la invisibilización y los prejuicios a los que el sistema capitalista con sus modos de producción ha sometido durante siglo a la descendencia africana.     

Para esto es necesario insistir de forma constante y estratégica para formar, sensibilizar y generar consciencia en la población Venezolana. En la medida que podamos comprender de dónde venimos  y todo lo que hemos pasado, tendremos la fuerza de voluntad, para transformar la realidad heredada. Existen muchas formas de racismo que consciente o inconscientemente entre nosotros mismos se manifiestan negativamente, invisibilizando y discriminando, esto debido a la influencia ideológica de las clases dominantes a través de instituciones y el avance tecnológico de la información.

Se debe concientizar al pueblo para desmontar esa práctica endorracista que obstaculiza la liberación integral del individuo. La Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas Las Formas de Discriminación estableció el 21 de Marzo como Día Internacional de la eliminación de la Discriminación Racial. Lo que si es verdad que estamos en otro momento histórico y debemos salir de los términos que nos degradan, garantizando la igualdad de las personas afectadas, constituyendo a combatir el Racismo y la mejor manera es asumir que somos diversos en el planeta.


La Améfrica Ladina de Léila González. Un aporte en la búsqueda de herramientas para enfrentar el racismo epistémico, la discriminación y la colonialidad.

 




Por: Marizabel Blanco Sifontes1

1 Marizabel Blanco Sifontes. Soy mujer trabajadora, sensible, comprometida, soñadora, amante de la paz, la fraternidad y las buenas relaciones, perfeccionista, estudiosa, creativa y tenaz. Respetuosa de las jerarquías, la experiencia y los méritos de los demás. Soy amorosa, decidida y colaboradora. Mi mayor deseo es ver que mis hijos son capaces de labrase un futuro de facilidad, felicidad y abundancia, verlos sanos y seguros andando por los mejores caminos que puedan escoger. mi familia, mi hogar y mi patria, soy orgullosamente afrovenezolana. Es la mayor de 3 hermanos producto de la unión entre Benito Blanco (+) y María Sifontes, nacida en Rio Chico, capital del municipio Páez del Estado Bolivariano de Miranda, pleno corazón de Barlovento. Casada con Miguel “Miguito “ Urbina, madre de Samuel Alejandro (24) y Samantha Isabella (14) Estudió Trabajo Social en la UCV donde fue activista y comenzó su vinculación a la investigación en comunidades afrovenezolanas de la mano de Chucho García Miguel Urbina y Luis Bigott. Recién graduada ingresa al CONAC y desde la Dirección de Desarrollo Regional se articula con las organizaciones culturales afrovenezolanas, se forma en materia de planificación y se forma en traialéctica del desarrollo.

Hace parte del equipo del plan bolívar 2000 y allí aporta al esquema y concepto de las redes socioculturales propuesta por Bigott. Asume la dirección municipal del programa de desarrollo sociocultural municipal de Andrés Bello, crea la fundación para el desarrollo planificado de las comunidades (PLANDES) Asume la coordinación del proyecto especial Celebración de los 150 años de la abolición de la esclavitud en Venezuela (2004). Es delegada por Mincultura a la Comisión Presidencial contra el racismo en el sistema educativo, Coorganiza la entrega de la orden Jose Leonardo Chirinos. Produce los eventos internacionales El cacao es nuestro el chocolate es de todos en sus tres ediciones, es llamada para diseñar y poner en marca la Oficina de Enlace con Comunidades Afrodescendiente (2005) del recién creado Ministerio del Poder Popular para la Cultura y desde allí impulsa el encuentro de experiencias de censos y estudios de población afrodesceniente en América Latina, impulsa la incorporación de la pregunta de autoidentificación afrodescendientes en el censo 2011. Articula el apoyo de UNICEF para el proyecto Cátedra libre de percusión de barlovento (beneficiando a 300 niños de zonas rurales) y Creación Literaria en 8 estados del país (700 niños) impulsa el mes de afrovenezolanidad en las plataformas culturales. Impulsa la creación de la colección de imágenes postales sobre la afrovenezolanidad. Impulsa la creación de FUNDAVASALLOS y por su labor la nombran mayordoma honoraria para las 23 cofradías de Vasallos San Benito del eje panamericano del Sur del Lago (estados Zulia, Mérida y Trujillo) del asume la Dirección General De La Casa del Artista (2008) desde donde se ocupa por la atención social de los cultores y cultoras afrodescendientes del país. Asume la Dirección General, luego la Secretaría y paralelamente la Vicepresidencia de Incodir (2013-2014) logrando materializar la creación y puesta en marcha del instituto. Dirige la realización del primer congreso internacional contra la Discriminación Racial , asume la secretaría ejecutiva de Conadecafro (2015) y allí impulsa la rectificación de acciones acordes a la misión institucional, propone los lineamientos generales del plan nacional del decenio afrodescendiente (2016), dije l realización de la jornadas de transversalización del enfoque de derechos humanos con pertinencia afrovenezolana (2017) Elabora la propuesta de decreto de la política pública del decenio, coordina del proceso de acompañamiento para el 2do Congreso Nacional del Pueblo Afrovenezolano (2019). Asume la co-redacción y coordina la elaboración de la Agenda Programática Afrodescendiente y Plan Nacional del Decenio afrodescendiente(2018-2019). Coordina el panel del Seminario Internacional Virtual Clacso por los 20 años de Durban: Afrovenezuela en 5 momentos (2021) y actualmente (2022) hace parte de la Secretaría Técnica de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad Histórica del Colonialismo, Genocidio y sus Consecuencias en Venezuela y América.



Léila, una vida de vivencias convertida en inspiración.

Leila González, fue la número diecisiete de dieciocho hermanos en un hogar de los centros populares de Belo Horizonte, capital de Minas Gerais, Brasil, fruto de la unión de Acácio Joaquim de Almeida padre de Leila, uno de los miles de hijos de africanos esclavizados que nacieron en Brasil durante la vigencia de la Ley de vientres libre, que permitía que los hijos de mujer esclava que nacieran desde la fecha de su expedición fuesen considerados libres siendo esto el preámbulo de la llamada Ley Dorada que decretó la abolición de la esclavitud en Brasil en mayo de 1888 (Uribe, 2019) y su madre Doña Urcinda dos Anjos, quien revelándose frente al casamiento que se pretendía hacer luego de una “trasgresión” de un italiano, prefirió unirse en matrimonio con aquel hijo de esclavizados que nació siendo un hombre libre.

Leila vino al mundo un 1° de febrero de 1935 y vivió por épocas entre Rio de Janeiro y Minas Gerais. Desde el año 1942, estando en Rio de Janeiro y tras la muerte de su padre los hermanos y las hermanas mayores asumieron el sostén de la familia, incluyendo la posibilidad de que Lélia accediera a una buena educación, en una época en la que no era común ver a una mujer humilde y además negar, estudiando. Venciendo grandes dificultades, gracias a la solidaridad de su familia, Lélia rompió el estándar de baja tasa de escolaridad entre jóvenes negras y pasó con éxito por los mejores colegios públicos, además recorrió el camino hasta graduarse en Historia y Geografía en 1958 y en Filosofía en 1962, egresando de la actual Universidad del Estado de Río de Janeiro.

Una vez graduada, trabajó como docente, se independizó económicamente. Por esos años de dictadura militar en el país, se censuró su matrimonio con su novio de la universidad, Luiz Carlos Gonzalez, “un hecho que incidió significativamente en su futuro, porque la familia de él, especialmente su suegro, la sometió a maltratos, abusos y vejaciones por su condición racial; razón por la cual su esposo rompió con su familia, buscando proteger a Lélia. Pero, el hombre no soportó el permanente acoso de su familia y terminó suicidándose, en 1965; lo cual, obviamente, destrozó personalmente a Lélia, quien decidió irse a Minas Gerais, a una especie de retiro, de reencuentro, de reconstrucción personal. Allá, luego de haber vivido el racismo de tan cruel modo, Lélia Gonzalez será más consciente de la existencia de ese fenómeno en Brasil y de la falacia de la Democracia racial pregonada por el Estado brasileño”. (Uribe, 2019)

Luego de la muerte de su madre en 1967 comienza a publicar sus primeros escritos e incursiona laboralmente en la universidad de Rio de Janeiro donde de nuevo vive la discriminación y el racismo de la hegemonía blanca de la intelectualidad brasileña. Son estas experiencias las que llevan a Leila a la búsqueda de respuestas y comienza a encontrarse con verdades que fueron escondidas intencionalmente por la historia oficial. Estudia literatura, historia africana y el camdomblé, una religión de su tierra pero de raíz africana, así mismo se incorporó a movimientos sociales afrobrasileños, a las escuelas de capoeira, estudió psicoanálisis y reflexionó sobre todas sus vivencias racista y de discriminación racial por las que había pasado en su vida además de observar analíticamente la situación de otras mujeres negras en ese país. “Por esa vía, Lélia concluye que su formación le ha blanqueado la conciencia, que ha actuado como si no fuera negra; y que Hegel es un cretino por haber afirmado que África carece de historia” (Uribe, 2019) desde acá Leila Gonzáles se hace más observadora de los mecanismos de discriminación que pone en práctica la sociedad brasileña, y de igual forma identifica esa misma situación en América Latina, se hace crítica del estado racializado y comienza a deconstruir y a la vez a darle forma a lo que sería luego una de las propuestas teóricas que luego pasará a ser referencia obligada del pensamiento latinoamericano.

Leila militante y prolífera intelectual

Léila logra hacer una deconstrucción conceptual de la justificación creada alrededor de la política de Democracia Racial en su país a partir de la leyenda de Mae Preta, que no pasaba de ser la romantización de un despojo que incluía quitarles hasta la leche materna a las mujeres negras, mediante el uso del icono de la “Madre de leche”, como supuesto símbolo de unas relaciones armoniosas y de colaboración entre los amos y sus esclavas.

Lélia no solamente desmonta el falso constructo propiamente dicho de creer que es armonía la imposición de una práctica a costa de los propios hijos de las esclavas; sino que denuncia que muchos de esos hijos, cientos, miles, eran producto de las sucesivas y denigrantes violaciones de amos y capataces, con lo cual se configuraba una total desposesión y expropiación del cuerpo de las mujeres esclavizadas, y ello era una prueba irrefutable de racismo que ocultaba la supuesta democracia racial. Develó la negación del racismo como expresión del sistema neocolonial imperante, así como el racismo oculto en Brasil, permitió ver como éste adopta múltiples caras para disfrazar y justificar la opresión de unos sobre otros blancos sobre negros (e indígenas) o también hombres sobre mujeres. Su trabajo permitió comprender cómo se han hecho ver como normales las ventajas comparativas de los opresores sobre los oprimidos, que hoy día las voces de intelectuales, líderes y lideresas de ese país continúan denunciando como se agudiza ese modelo colonial que sigue vivo a lo largo y ancho de todo el continente.

En junio de 1988, un mes después de haber organizado la multitudinaria Marcha contra la Farsa de la Abolición en el centenario de la Ley Aúrea brasileña; cuando ya gozaba del respeto y el reconocimiento internacional, tenía fundado el Movimiento Negro Unificado, había sido designada por el Presidente Sarney como integrante del Consejo Nacional de Derechos de la Mujer -por cuya creación luchó durante varios años-, Lélia Gonzalez publica entonces su obra máxima con el ensayo “A Categoria Político-Cultural Da Amefricanidade” en español: La Categoría Político-Cultural de Amefricanidad.

Esta novedosa y creativa categoría de Amefricanidad es una idea que aporta una epistemología para acercarnos, por un lado, a la comprensión de las manifestaciones explícitas o abiertas así como a las soterradas o encubiertas de racismo, cómo la herencia colonial y el rezago de instituciones pre-capitalistas, capitalistas y patriarcales penetraron nuestras sociedades y se mantienen vivas de diversas formas abiertas o sutiles en las relaciones sociales, orientando el pensamiento, las miradas y comportamientos de personas, colectividades e instituciones.

La Améfrica ladina de Leila González

Gonzalez planteó la categoría de Améfrica Ladina para denominar a todos los descendientes de los africanos y las africanas que llegaron a la fuerza, por el tráfico esclavista, y a quienes llegaron a América antes del “descubrimiento”, entendido como un enfoque epistemológico y político que rompió con el discurso académico eurocentrado en un esfuerzo para entender y responder ante la realidad de las mujeres negras brasileñas pensado, analizado y construido desde la misma experiencia de las propias mujeres negras, lo cual es hoy reconocido como uno de los núcleos de la propuesta feminista descolonial de los movimientos feministas del continente.

Améfrica Ladina surgió de procesos comunitarios y colectivos locales que fueron reflexionados a partir de la propia vivencia social, cultural y espiritual de Leila en compañía de las militantes de los movimientos sociales, organizaciones religiosas y culturales donde se articuló a otras personas que compartían algunas vivencias, mas tarde esa construcción fue nutrida de los aportes de pensadores afrodescendientes y feministas de América Latina. Es lo que Leila mencionaba como la necesidad de una producción de conocimiento localizado (Gonzalez,1983) es decir, un conocimiento a partir de la experiencia, de los contextos particulares, la historia propia como fue el resultado de la sistematización de su experiencia analizada desde las triangulaciones que sus estudios en distintas áreas académicas y saberes culturales aportaron para hacer un tejido explicativo, que hoy conocemos como la interseccionalidad (Crenshaw,1994) y por otro lado colonialidad del saber (Lander,2000) en el cual se explica los mecanismos que legitiman la imposición del concepto eurocéntrico de hombre y sociedad sustentada en la falsa creencia de superioridad por encima del resto del mundo.

Esta apuesta a la forma de generar conocimiento teórico sobre la realidad de las mujeres negras, va a permitir identificar las particularidades surgidas en la colonia y durante el proceso de formación de la sociedad. Por eso partiendo de un análisis de los estereotipos aplicados a la población afrobrasilera, González logra ver y comprender los impactos aún presentes en el siglo XX de su historia colonial. Al mismo tiempo determina que lo negro se ha negado como componente central de la construcción de América (González, 1983). Explica que esto ocurre al priorizarse la latinidad como fundamento de la conformación de nuestras sociedades, que a través de un proceso de “blanqueamiento” donde se incluyen estrategias discursivas, como la que existió en la llamada democracia racial de Brasil, se asemeja a lo que sucedía en el continente, donde no se reconocía que, sin el componente negro no existiría la América de la segunda mitad del siglo XX, y que para permanecer aquí las y los esclavizados y sus descendientes tuvieron que resistir astutamente de maneras particulares, y es esta realidad la que ella denomina la noción de astucia la génesis de la construcción de Améfrica Ladina.

La categoría Améfrica Ladina nos dice que no podemos entender el presente de nuestras sociedades racistas sin analizar los impactos de la trata transatlántica, la invasión europea en el Abya Yala y el proceso colonial que afectó tanto en los cuerpos racializados como en la construcción de las relaciones sociales en todas las sociedades actuales de nuestro continente. Esto nos lleva a dar una mirada interseccional que aborde de manera integral la composición de la dominación en torno al sexismo, el racismo, el clasismo, el imperialismo y el poder, donde la mujer, sea negras en tanto mulata, madre negra y empleada doméstica, se llevan la peor parte porque se le encasillan sus identidades y posibilidades de ser , entrampadas en las estrategias discursivas de la democracia racial por ejemplo, de la negación de la historia, (pasada, y actual) e incluso de la negación de la existencia de los aportes de negras y negros y sus descendientes, por lo que dice Leila se les negó su humanidad (González, 1983).

La categoría nos permite también comprender que en medio de la historia de dominación colonial y su mantenimiento ejemplificada en la política de democracia racial brasilera, o en cualquier otro tipo de racismo enmascarado puestos en práctica en cualquier Estado-nación de la región, los sujetos, especialmente las mujeres racializadas, desarrollaron creativas estrategias para resistir. Es decir, que en esa experiencia de dominación se construyó tanto un sujeto dominador como otro que aprendió a poner el pecho y transformar su realidad para sobrevivir, Esto en Venezuela es ejercer el cimarronaje activo, como lo hicieron nuestras y nuestros referentes históricos afrodescendientes en los numerosos Cumbes. En este sentido Leila continua su propuesta invitando a reflexionar sobre el proceso de construcción del sujeto dominado, se pregunta por cómo la dominación se establece desde procesos de alienación en los que el dominado aspira a parecerse al dominador, y en los que opera la domesticación, y se interroga cómo en dicha alienación, la conciencia excluye lo que la memoria incluye, dándole peso a los proceso de reconstrucción de la historia desde la oralidad, desde la gente, desde los sujetos mismos que se apropian del proceso de construcción de la historia no escrita para que allí emerja la verdad. Es una apuesta constante a la construcción y deconstrucción del marco de dominación y de las relaciones de poder que son evidentes en las posiciones de clase, género y raza, sino en la entre los sujetos dominados, las exclusiones, las imposiciones mutuas y el sectarismo.

A veintiocho años de su partida (el 10/07/1994) Leila le legó al continente, a los mas de ciento ochenta millones de afrodescendientes y en especial a los millones de mujeres negras y/o afrodescendientes que pueblan esta región afrodiaspórica, una mirada propia, un discurso y un pensamiento que explica lo que somos, cómo nos vemos, cómo nos identificamos y hacia dónde dirigir nuestros esfuerzos emancipadores para la dignificación de la vida mediante la adopción de herramientas teóricas, narrativas y nuevas prácticas para desmontar el racismo y la discriminación racial en esta Améfrica ladina.

Referencias consultadas

Collins, Patricia Hill (2000). Black Feminist Thought: Knowledge, Consciousness and the Politics of Empowerment. Nueva York: Routledge.

Gonzalez, Lélia. 1988. “A categoria político-cultural de amefricanidade”. Tempo Brasileiro,

Lander, Edgardo. 2000. La colonialidad del saber: eurocentrismo y ciencias sociales. Perspectivas latinoamericanas. CLACSO. Buenos Aires

Uribe. H, Julio César  Lélia Gonzalez Améfrica Ladina su patria, Pretugués su lengua

 

Nota: las fotos son del sitio http://www.projetomemoria.art.br/leliaGonzalez/



Insumisa


 

Por NEREYDA PÉREZ1

1 Ascención Nereyda Perez Sánchez. Nace el 25 de Febrero de 1962, en la población de Lagunillas, Estado Zulia. Obtiene el título de Licenciada en Letras en la Mención de Historia del Arte, título otorgado por la Universidad de Los Andes, estudios que alterna con su quehacer teatral, ejerciendo la docencia, la actuación y la dirección. Realiza estudios en la Maestría de Historia en la Universidad del Zulia. En 1985 Recibe Mención de Honor en el Concurso Literario Libertador, del Estado Mérida. Desde 1982, se inicia en la docencia en el área de teatro, disciplina que cultiva desde el año 1979. En la ciudad de Mérida actúa con diferentes agrupaciones y promueve la creación de la agrupación Teatro Independiente de Mérida. En la ciudad de Maracaibo en la actualidad crea y dirige el Grupo de Teatro "Mascarada" Ganadora del Concurso Literario Lydda Franco Farías, convocado por la Universidad Bolivariana de Venezuela (2013) con el libro Llanto de Luna. Sus poemas han sido publicados en los Diarios El Vigilante, Frontera y Correo de los Andes del Estado Mérida. Aparece su obra en las siguientes antologías poéticas: Atisbando Llamaradas; Antología Mucuglifo; Antología de Fuego y Aire; Donde la Boca que te Busca; El Corazón de Venezuela; Evocando al Arañero y En Cuerpo y Alma. Dirigió el Taller Literario"César David Rincón" en la Secretaría de Cultura del Estado Zulia. Durante 23 años ejerció la docencia en la Escuela de Teatro"Inés Laredo". Representó a Venezuela en el Festival de Poesía "Atrapasueños" en Colombia. Además de haber publicado una Plaquette titulada "Confesionales". Docente fundadora de la Universidad Bolivariana de Venezuela en el Estado Zulia. Su trabajo artístico ha sido reseñado en el Diccionario General del Zulia y en Quienes Escriben en Venezuela. Actualmente es la Coordinadora de Cultura de la Universidad Bolivariana de Venezuela en el Eje Cacique Mara.




Sólo quise correr libre por el mapa dibujado en tu cabello

Si me llaman Hipólita, Matea, Felipa, Olimpia o Casimira

No importa

La jura de los dueños

No logró doblegar la mujer que nos define

Y eso les duele


Canto de nana

Quedo, muy quedo

En palabra ininteligible

Que de tan profunda

Dejó de oírse

Para tatuarse en los sueños


Cuerpo retorcido en el paroxismo de la posesión

Al son del tambor

Invocando deidades prohibidas

Todo se rebela, insumisa,

Develando la magia de las yerbas

Que volvían a la vida

Aunque nos llamen brujas o hechiceras


Bálsamo de ancestrales heridas

Siguen tiñendo los cuerpos

Oloroso a eucalipto, a menta, a canela

Sudor de cañaveral

Mano artera contra el capataz

Que sigue la voz del amo

Cavaron tumbas para nosotras

Y la voz telúrica retumbó

Sacudida que convierte en humo

La sequía del sometimiento


Arriesgamos el camino

Cada pisada

Extremo de vida

Cada vuelta

Un dolor

Sostuvimos el aliento

Para no ser vistas

Caminando

Guiadas por la luna

El instinto y los olores

Nos acercaron

Permitieron la juntez

Los ojos en llanto

Abrazadas

Cantando

Amando

Nunca sometidas


Reflexiones de mujeres afrovenezolanas en militancias. Tematizando el problema de la discriminación racial en nuestro Sur Global.


 

Para esta edición del blog y cumpliendo con hacer concreto el objetivo estratégico que como CECLAYA nos trazamos para el programa de acción: Luchas, acervos e imaginarios en resistencia. Mujeres afrovenezolanas en Militancias, nuestro propósito está-siendo generar y compilar epistemologías1 desde interior de la cultura afrovenezolana y a partir de la formación académica en la investigación etnomilitante, para la contribución a rehabilitar las memorias orales en las comunidades a trabajar, consolidando pequeñas acciones para la puesta en marcha de la política de reparación histórica. Desde este “mandato legado por la memoria antigua” y que tiene como estrategia la posibilidad de auto-reparar nuestra identidad afrodiaspórica (Marcano-Córdova 2022), hemos estado convocando las reflexiones de muchas mujeres afrovenezolanas que están en la militancia activa y que la Revolución Bolivariana ha sido el contexto donde desplegar esas acciones. Desde esta clara intención política tenemos pues escritos varios que aún, sin nombrar la categoría Discriminación Racial, problematizan los contenidos que hacen evidente la manifestación de esta estrategia de vulneración programada.


En esta oportunidad tenemos el escrito de Ciudadanía y Microrracismos en Venezuela, hecho desde la Universidad Bolivariana de Venezuela en Maracaibo Zulia por la Docente Celina Castro Jaimes; están también las letras luminosas de María Eugenia Mijares, con su reflexión denominada ¡Aceptemos que todas y todos Somos Diferente! De la misma manera se encuentra en esta edición del blog la joven docente de la Universidad del Zulia María Isaac que en medio de la urgencia que atraviesa su pueblo vientre San José de Heras al Sur del lago del Maracaibo con las dramáticas inundaciones, nos comparte un ejercicio autobiográfico donde nos revela desde esa tradición etnocultural que borra las fronteras modernas de los público y lo privado en nuestras vidas, reafirmando que “lo personal es político” lo siguiente: He enfrentado la discriminación en muchos aspectos por ser negra, por se mujer, por la clase social, por ser una negra que no es deportista, por ser estudiante universitaria foránea y las otras ya ni las menciono”.

Nos erotiza y seduce políticamente hablando ya que sus letras acarician nuestras militancias golpeadas, “el poemar” como acción concreta que descoloniza lo sensible de la cimarrona Nereyda Pérez: “Insumisas” se llama su obsequio, quien también desde la Universidad Bolivariana de Venezuela en Maracaibo- Zulia, viene rehabilitando en nuestras memorias desde su afirmación de “yo colectivo” que estamos convencidas que la colonización “No logró doblegar la mujer que nos define”.

Y finalmente en este debate sobre la discriminación racial contamos con el hermoso articulo de Marizabel Blanco sobre la vida, lucha y obra de la afrobrasilera Léila González y su batalla desde su propia historia de vida contra el racismo epistémico, la discriminación y la colonialidad; en este escrito conocemos cómo se pensó la categoría Améfrica, que hermana tanto a nuestra pachamama física y metafísicamente, así como a Muakaka, nombre que recibe en voz bantú la madre naturaleza. Blanco Sifontes como rigurosa investigadora militante nos plantea en este texto un horizonte de sentidos afrodiaspórico descolonial y despatriarcal ya que logra trenzar con pulcritud un debate vivencial sobre la discriminación racial.

 5 mujeres en la militancia afrovenezolana, convocadas para conocer cómo están pensándose en tiempos como los que vivimos, qué están creando, qué están sintiendo y por ende qué están escribiendo sobre la discriminación racial que fue el tópico que en esta oportunidad las convoca al blog de CECLAYA. Del mismo modo a este proceso de afroepistemología desde las mujeres cimarronas venezolanas.


 Finalmente en la víspera de uno de nuestros memoriales más sentidos en la cultura afrovenezolana, a saber, los 227 años de conmemoración de la Rebelión cimarrona de la Sierra de Coro, hoy conocida como la Sierra de Falcón, liderada por el Zambo José Leonardo Chirino, invocamos un pequeño texto de nuestra hermana Lilia Ferrer que como profesional en la salvaguarda de nuestras memorias, nos permite publicar este escrito en el blog, que hacen parte de sus reflexiones, análisis y lectura del expediente que viene trabajando sobre la causa que se le abrió a José Leonardo Chirino luego de la sublevación en 1795; en su proyecto histórico de investigación como tarea de vida, escudriña en dar con la ontología mujer de su territorialidad como afrofalconiana: “es la búsqueda de las mujeres, las mujeres borradas, invisibles, sus voces mercerizadas…”

1 Lugar de existencia humana, que en el caso Latinoamericano, Caribeño, con la cara al Pacífico, desde lo Andino Amazónico, es decir en toda la diversidad, nos afirma como un civilización pluricultural, pluriétnica e intercultural.

1 Entendamos epistemologías desde la investigación militante, no sólo como el acto automático de construcción de teorías de conocimiento, si no como la condición de posibilidad real de pensar en lo que significa nuestra historia como grupo etnocultural foco de la ideología del racismo, y la manera como se expresa en la ontología mujer la carga de violencia de un tipo particular de misoginia (de desprecio a las mujeres y a lo que representa la feminidad), se trata en suma del componente étnico racial, es decir la misoginia racializada que es la categoría que estamos construyendo como fundamento de todas nuestras luchas en la senda de una política descolonial que para nosotras en la despatriarcalización del “paradigma judeo cristiano, ensamblado con los presupuesto de la tradición greco –romana y refrendados colonialmente con la ilustración como horizonte de pensamiento que legitimó el hacer imperial e nuestras tierras.



LIBRO DE BAUTISMO DE ESCLAVOS: AÑO DEL SEÑOR DE MIL SETECIENTOS CINCUENTA Y CUATRO

  Por: Lilia Ferrer-Morillo Del 25 de abril de 2022 1 1 Hoy Venezuela recuerda el nacimiento de José Leonardo Chirino, A quién C...