Por NEREYDA PÉREZ1
1 Ascención Nereyda Perez Sánchez. Nace el 25 de Febrero de 1962, en la población de Lagunillas, Estado Zulia. Obtiene el título de Licenciada en Letras en la Mención de Historia del Arte, título otorgado por la Universidad de Los Andes, estudios que alterna con su quehacer teatral, ejerciendo la docencia, la actuación y la dirección. Realiza estudios en la Maestría de Historia en la Universidad del Zulia. En 1985 Recibe Mención de Honor en el Concurso Literario Libertador, del Estado Mérida. Desde 1982, se inicia en la docencia en el área de teatro, disciplina que cultiva desde el año 1979. En la ciudad de Mérida actúa con diferentes agrupaciones y promueve la creación de la agrupación Teatro Independiente de Mérida. En la ciudad de Maracaibo en la actualidad crea y dirige el Grupo de Teatro "Mascarada" Ganadora del Concurso Literario Lydda Franco Farías, convocado por la Universidad Bolivariana de Venezuela (2013) con el libro Llanto de Luna. Sus poemas han sido publicados en los Diarios El Vigilante, Frontera y Correo de los Andes del Estado Mérida. Aparece su obra en las siguientes antologías poéticas: Atisbando Llamaradas; Antología Mucuglifo; Antología de Fuego y Aire; Donde la Boca que te Busca; El Corazón de Venezuela; Evocando al Arañero y En Cuerpo y Alma. Dirigió el Taller Literario"César David Rincón" en la Secretaría de Cultura del Estado Zulia. Durante 23 años ejerció la docencia en la Escuela de Teatro"Inés Laredo". Representó a Venezuela en el Festival de Poesía "Atrapasueños" en Colombia. Además de haber publicado una Plaquette titulada "Confesionales". Docente fundadora de la Universidad Bolivariana de Venezuela en el Estado Zulia. Su trabajo artístico ha sido reseñado en el Diccionario General del Zulia y en Quienes Escriben en Venezuela. Actualmente es la Coordinadora de Cultura de la Universidad Bolivariana de Venezuela en el Eje Cacique Mara.
Sólo quise correr libre por el mapa dibujado en tu cabello
Si me llaman Hipólita, Matea, Felipa, Olimpia o Casimira
No importa
La jura de los dueños
No logró doblegar la mujer que nos define
Y eso les duele
Canto de nana
Quedo, muy quedo
En palabra ininteligible
Que de tan profunda
Dejó de oírse
Para tatuarse en los sueños
Cuerpo retorcido en el paroxismo de la posesión
Al son del tambor
Invocando deidades prohibidas
Todo se rebela, insumisa,
Develando la magia de las yerbas
Que volvían a la vida
Aunque nos llamen brujas o hechiceras
Bálsamo de ancestrales heridas
Siguen tiñendo los cuerpos
Oloroso a eucalipto, a menta, a canela
Sudor de cañaveral
Mano artera contra el capataz
Que sigue la voz del amo
Cavaron tumbas para nosotras
Y la voz telúrica retumbó
Sacudida que convierte en humo
La sequía del sometimiento
Arriesgamos el camino
Cada pisada
Extremo de vida
Cada vuelta
Un dolor
Sostuvimos el aliento
Para no ser vistas
Caminando
Guiadas por la luna
El instinto y los olores
Nos acercaron
Permitieron la juntez
Los ojos en llanto
Abrazadas
Cantando
Amando
Nunca sometidas
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