Por: Celina Castro Jaimes1
1 Licenciada en Educación Mención Idiomas Modernos
(La Universidad del Zulia - LUZ).
Magister Cientiarium en Lingüística
y Enseñanza del Lenguaje (LUZ).
Doctorante en el Programa de Formación Avanzada en Ciencias para el Desarrollo
Estratégico (Universidad Bolivariana de Venezuela).
Coordinadora Regional del Centro de Idiomas Rosa Luxemburgo (UBV.
Maracaibo - Zulia)
La ciudadanía es un tipo especial de contrato que supone cumplir y hacer cumplir derechos y deberes mediante una relación permanente entre personas y agentes de un Estado específico. Además, incluye un conjunto de prácticas jurídicas, políticas, económicas y culturales que promuevan la justicia, igualdad, equidad, respeto y tolerancia hacia el otro en un marco de diversidad multiétnica y pluricultural como en la sociedad venezolana. La ciudadanía como una idea en singular –colectivo, desde la democracia representativa atenta contra el genuino concepto de igualdad. Ya que como señala Rubio (2003) termina por negar en la práctica los derechos de las minorías sociales y étnicas al forzarlas a una homogeneización con las pautas de la mayoría; y semejante proceso homogeneizador es injusto ya que profundiza la marginación sociocultural en beneficio de los grupos privilegiados. Es por ello, que se habla de una democracia racial, bajo la perspectiva liberal, que promueve un ideal de diversidad cultural e inclusión que persigue unas identidades y culturas aisladas, eclipsadas en el pasado, un “multiculturalismo de boutique” (Fish ,1997 en Mc Laren ,2006:172).
Miradas al Racismo: El Mito de la Democracia Racial En Venezuela.
Existe en Venezuela, un discurso generalizado, en la población en cuanto a la identidad, aduciendo que “aquí todos somos mestizos” y por tanto se le trata a todos los ciudadanos con justicia e igualdad; esto se resume en la frase, somos un país “café con leche”. He ahí, el mito de la democracia racial que ha configurado en el imaginario colectivo, los ideales de ciudadanía e igualdad comunes para todos pero que, en la práctica traiciona sus postulados discriminando y excluyendo pobres, iletrados, no blancos, mujeres. Es necesario, enfatizar que la noción de mestizaje en nuestro país, responde a la imagen global de una “América mestiza” que en realidad se acerca más a una versión europeizada o blanqueada de la identidad nacional como modelo de etnicidad. Incluso durante el periodo de la democracia participativa y protagónica de corte progresista en los tres primeros años del gobierno del presidente Chávez, todo el cuadro gubernamental se autodenominaba “mestizo”; expresando frases como “en este país no existe racismo” (García, 2005:39)
La noción de “mestizaje” invisibiliza a las 20 comunidades Afrovenezolanas, distribuidas en 14 estados entre ellos: Miranda, Vargas, Yaracuy, Falcón, Sucre, Carabobo, Bolívar, Zulia que pasan desapercibidas como comunidades vivas y diferenciadas del resto del país cultural y políticamente excluidas de la agenda política de los gobiernos de turno. Zonas con reservas de agua y potencial agrícola.
Si bien es cierto, que en Venezuela no existe un “racismo institucionalizado”, como existía en el Sur de Estados Unidos de Norteamérica o en Sudáfrica con el “Apartheid”, si han habido episodios de agresión física por causas raciales especialmente durante las guarimbas de 2017 a jóvenes afrodescendientes destacándose el episodio contra Orlando Figuera, específicamente por su simpatía con el gobierno bolivariano. La realidad venezolana es contundente, es raro observar en oficinas o entes públicos y privados personal con cargos importantes de tipología afrodescendiente, los medios de comunicación televisivos excluyen a personas de tez oscura, se restringe el ingreso a sitios privados de personas de fenotipo a la africana, los cuerpos policiales detienen con mas frecuencia a jóvenes afrodescendientes que a otros grupos étnicos.
De hecho, la discriminación racial en la sociedad venezolana no es algo de lo que abiertamente se hable, pues se le resta importancia y hasta se trata jocosamente el tema “naturalizando” los estereotipos raciales y hasta asumiéndolo como idiosincrasia nacional:
La ausencia de segregación institucionalizada y agresión violenta entre “grupos raciales” ha generado una actitud de muchos venezolanos de no reconocer la existencia del racismo en esta sociedad. Saben de la disparidad económica que vive el país y han observado algunas prácticas de discriminación contra los sectores menos privilegiados. Sin embargo, se ha evitado articular el racismo con la pobreza y la discriminación casi considerada como un tabú (Ishibashi, 2007:27)
Antes del proceso de esclavitud, los negros eran simplemente negros, una porción de la humanidad con un poco mas de melanina en la piel; fue después de 1789 que con la bandera de la Revolución Francesa de “todos los seres humanos somos iguales” a través de la supuesta: libertad, fraternidad e igualdad, que la esclavitud se convirtió en incomoda entre iguales, inconcebible ahora esclavizar un ser humano blanco, por mas pobre que fuera! En consecuencia “la respuesta fue transformar al esclavo en negro: los negros eran “naturalmente esclavos porque eran inferiores, lo que se “evidenciaba” en el color de su piel.
Así, ser negro pasó a ser sinónimo de esclavo y, por ende, esclavo pasó a ser sinónimo de “negro”. Asociado con la esclavitud el color negro se impuso como marca de inferioridad. A partir de allí los negros se vuelven “negros”. Lo que ha cambiado es el significado de esa expresión, significado que cambió por la esclavitud: los negros son “negros” porque son esclavos y no a la inversa. Por eso se suele denominar “negro” a cualquier población, de cualquier color, que ocupe en la escala social una “posición inferior” en particular, a la clase obrera: esos “negros villeros” (Sartelli, 2010:229-230)
De esta manera, se plantean elementos inculcados por el discurso de la modernidad sobre un concepto ficticio de “raza” que justifica una supuesta capacidad o inferioridad de unos y otros basados en tres razones que legitiman el racismo, la discriminación y la exclusión:
La primera fundamentada en una justificación biológica. Se inventó eso de que los “negros” eran más parecidos a los gorilas que a los humanos. El segundo aspecto fue el religioso, ya que los africanos no aceptaron la imposición de la religión cristiana y siguieron defendiendo su espiritualidad, por lo tanto como eran unos infieles, tenían que pagar con su trabajo la expiación de sus almas y el tercero fue el elemento intelectual, sobre todo después de que Kant y Hume en el siglo XVIII argumentaron que la inteligencia de los africanos estaba “por debajo de los insensibles”, cosa reforzada después por los iniciadores de la antropología eurocéntrica.” (García 2 ,2006: s.p.)
Intelectuales venezolanos del Siglo XX, difundieron parámetros del pensamiento modernista para construir la noción de ciudadanías necesarias para el país, basadas en una tendencia que favorecía a individuos blancos percibidos como superiores, avanzados, inteligentes y educados; genéticamente preparadas para el desarrollo y progreso de la nación. El economista Alberto Adriani evidencia su concepción racista al decir:
El peligro negro es el más grave y su solución es más difícil. Ya Venezuela tiene una población negra considerable, que no es conveniente tratar como raza inferior. Por otra parte, seria difícil rechazar inmigrantes negros de los Estados Unidos. Se podría tal vez proceder de otra manera con los negros antillanos que tienen un nivel inferior al de nuestros nacionales y que, aún cuando puedan favorecer temporalmente nuestra propiedad económica, serían un elemento nocivo de nuestra vida intelectual, social y política. En nuestro país (los negros) han sido la materia prima, el elemento en el cual reclutaron sus ejércitos casi todas las revoluciones. Un aumento sensible de la población negra podrá turbar el desarrollo normal de nuestras instituciones democráticas y de toda nuestra vida nacional, y sobre todo, comprometer gravemente nuestra unidad moral” (Adriani ,1987 en García ,2001:81).
En esta declaración, Adriani propone usar políticas de inmigración selectivas, tendientes a un blanqueamiento de la misma negritud- frente a aquellos caribeños por considerar a estos más pobres y atrasados que sus pares del norte.
Otro intelectual que en los años 30’s que tenía marcadas posiciones racistas fue Uslar Pietri, quien señalaba en 1937, lo siguiente:
La aparición del negro en América fue una consecuencia de la misma incapacidad del indio. El negro, por su parte, tampoco constituye un aporte que pueda beneficiar a la raza. La mezcla resultante no ha superado los componentes originales. Lo que podríamos llamar la raza venezolana actual, en rasgos generales, es tan incapaz de una concepción moderna y dinámica del trabajo y de la riqueza como lo fueron sus ascendientes para construir los Estados modernos” (Uslar Pietri, 1937 en García, 2001:50).
Posteriormente, al ganar las elecciones Rómulo Gallegos este intelectual escribiría: “los negros están mandando” (Uslar en García, 2005:31) .Luego, en los años 40’s con la dictadura de Pérez Jiménez se trató de construir el proyecto de “el ideal nacional” trayendo inmigrantes de Europa Occidental como impulso para lograr el verdadero desarrollo del país con gentes de otros pueblos. “La dictadura de Marcos Pérez Jiménez” (1948-1958) contribuyó a profundizar la teoría del mestizaje, en el sentido que entre más nos blanqueáramos seriamos mejores” (García, 2005:31).
Microrracismos: ¿racismo inofensivo o violencia lingüística encubierta?
El microrracismo es una forma sutil de discriminación que fomenta un contexto de prejuicio, estigmatización, rechazo y exclusión que acaba produciendo abusos y violaciones a los derechos humanos. La activista, Diana Pinacho del colectivo “Huella Negra” y de la Red de Mujeres Afrodescendientes en Ciudad de México en el articulo “los Microrracismos Invisibles: ¿Qué es y cómo Cambiarlo? Señala:
…hay toda una serie de actitudes y expresiones que parecen no ser ofensivas por la regularidad con las que las decimos; sin embargo, devienen de un sistema de pensamiento que excluye o minimiza a toda una comunidad. Los microrracismos son como estas extensiones del racismo que son mucho más aceptadas en la sociedad, que las vemos como algo común y, que las vemos, incluso, no tan ofensivas (en Domart, 2020:s.p.)
Debemos reconocer que convivimos con una práctica encubierta y silenciosa de discriminación y exclusión que crea lo que Mbare Ngom, llama también “racismo cotidiano”. Este investigador guineoecuatoriano señala:
Expresiones como “oye negrito” o “trabajar como negro”, es racismo cotidiano y la gente se embarca en ello sin ni siquiera darse cuenta por qué está tan metido en nuestra vida diaria que pensamos que es normal, y eso es lo grave.” (2014:s.p.).
Hagamos un breve recorrido por algunos microrracismos. Existe un tipo de microrracismo que folcloriza al otro sujeto. Hemos sido testigos alguna vez en alguna fiesta cuando alguien señala a algún afrodescendiente con la frase “todos los negros bailan bien” con lo cual se alude a que por tener ciertas características físicas e incluso el elemento genético, los afro tienen que saber bailar. También se plantea esta situación en el campo deportivo done por características fenotípicas se encaja a los y las afro en deportes o tareas de alto rendimiento deportivo “los negros son buenos futbolistas / jugadores de basketball “,”los negros son buenos boxeadores”
Otro elemento de microrracismo es el que atañe a los estándares de belleza promovidos por los medios de comunicación. Ejemplos aparentemente inofensivos y muy comunes para las mujeres afro son: “para ser negra eres muy bonita “ o “eres una negra bonita” , “eres bonita a pesar de ser negra” ,” cásate con un blanco para mejorar la raza”, “alísate ese pelo malo pareces una bruja”. Allí, se enfatiza que la mujer afro sobretodo a pesar de su tez oscura sigue o debe seguir el patrón hegemónico blanqueado de belleza.
Además, está la noción de pobreza, por ejemplo, que ha sido relacionada directamente con la de “raza negra”. El color de la piel es estigmatizado como símbolo de pobreza hasta el punto de fomentar la asociación de la dualidad negro = pobre; así el sistema capitalista creó la idea de que “La carga negativa de la palabra “negro” tiene un origen de clase. Los negros son pobres porque son negros….Negro se transformó entonces en lo malo ,en lo sucio; en un insulto que consistía en una inferioridad .”Negro sucio”, ”negro de mierda.” (Sartelli, 2010:250-251).
El microrracismo puede traspasar todas las esferas públicas. Esto se evidenció en el caso particular, del primer afrovenezolano en un puesto ministerial, el Dr. Luis Beltrán Prieto Figueroa “…cuando se radicalizó y se lanzó a la presidencia de la Republica separándose del partido Acción Democrática .Las referencias periodísticas y medios audiovisuales de ese momento estuvieron signadas por el racismo :No queremos un presidente negro” (García ,2005:32).
El maestro Prieto Figueroa, no alcanzó a incluir la variable afro dentro del currículo educativo debido a su poca conciencia étnica para aquel momento; igual sucedió con el segundo afrodescendiente en ese cargo ministerial Aristóbulo Istúriz, del cual Teodoro Petkoff mencionó en su diario Tal Cual refiriéndose también al ex presidente Chávez “Aristóbulo es el jefe de campaña de Chacumbele en Miranda (Uzcategui, 2012:s.p.) Posteriormente, al ser primer vicepresidente de la Asamblea Nacional se decidió a confrontar directamente el problema del racismo y la discriminación al apoyar e instar a los parlamentarios para aprobar la Ley contra la Discriminación Racial en 2011. En una nota de prensa, Istúriz señaló que aún hay personas que dicen que en el país no existe la discriminación contra la población de afrodescendientes. “No es casual que lo negro siempre se asocie a lo malo. Aquí se habla de viernes negro, las aguas más asquerosas las llaman aguas negras, no blancas (…) Aquí el pelo bueno es el liso. Esto tenemos que enfrentarlo”. (Alcalá, 2011:s.p.)
Contrariamente, siendo Asdrúbal Aguiar, secretario de la Presidencia (1995) y líder de los Derechos Humanos para la burguesía “se le salió su racismo colonial cuando le respondió al presidente de Amnistía Internacional, Pierre Sané, que se fuera con su Macumba a África (García ,2005:32). Esto se debió a que, el Sr. Sané expresó que la violación a los derechos humanos y el hacinamiento en Venezuela tenían solamente rostros afrodescendientes, característica que aún se mantiene.
En Venezuela aun hoy, año 2022, hay actualmente una racialización del conflicto político donde los “chavistas” son calificados de: negros, monos, sucios, hediondos, analfabetos, burros, rudos. Seguimos siendo una sociedad donde mientras más clara es la piel mejores oportunidades se tienen. Una sociedad donde "negro” e “indio” siguen siendo insultos y donde muchas empresas tienen criterios de selección de personal abiertamente racistas.
¿Cómo Superar los Microrracismos?
De acuerdo a Pinacho, ella propone como uno de los primeros pasos
“la empatía y la disposición para escuchar al
otro, pues de este modo nos daremos cuenta
qué efecto tienen esas expresiones cotidianas de corte racista en
aquel que las recibe.” (Domart, 2020, s.p.)
Por otro lado sugiere entender la posición de ventaja que tuvo y tiene el blanco históricamente. Luego, escuchar a ese otro para comprender su situación y empalizar con esa persona desde su vulnerabilidad. Seguidamente, cambiar el discurso de modo tal de transformar el sistema de practicas verbales que violentan la integridad de los otros.
Si se quiere vencer el racismo, la discriminación y otras formas conexas de intolerancia, se propone una nueva ciudadanía en singular- plural, Jean Luc Nancy (2006) en diálogo pluricultural donde haya “el reconocimiento del doble derecho humano poscolonial: tenemos el derecho a ser iguales cuando la diferencia nos inferioriza; tenemos el derecho a ser diferentes cuando la igualdad nos descaracteriza” (Santos, 2010:66)
Finalmente, tenemos la responsabilidad de repensar el modo en que vemos y nos dirigimos a los demás, prestando atención a su lugar en el mundo, empalizando con el dolor y la violencia que las palabras y actitudes causan en el corazón y el alma y que van dañando a una población que ha llegado hasta nuestros días atravesada por luchas ancestrales desde la Madre África.
Bibliografía
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http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/venezuela-tenemos-que-enfrentar-discriminacion-racial/
Domart, Laura. (2020) Los Microrracismos Invisibles ¿Què es y Como Cambiarlos? Pagina Sputnik Mundo .https://mundo.sputniknews.com/20200620/los-microrracismos-invisibles-que-es-y-como-cambiarlo-1091820769.html
García, Jesús (2006). Tenemos que marchar hacia la igualdad, lograr que al fin y al cabo todos seamos de verdad iguales. Entrevista en ENcontrARTE .Fasciculo #53. Consultado el 25 de Mayo de 2014 en:
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Mbare Ngom, Faye (2014).
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Sartelli, Eduardo. (2010). La Cajita Infeliz .Un viaje a través de la Sociedad Capitalista. Colección Alfredo Maneiro. Serie Pensamiento Social. Fundación Editorial El Perro y la Rana. Caracas, Venezuela .p. 229-230,250-251
Uzcategui, Saúl. (2012). El Voto de los Tequeños .Articulo en Tal Cual Digital. Consultado on line http://www.talcualdigital.com/nota/visor.aspx?id=740851
Excelente artículo que debiera ser socializado con mucha fuerza para que entendamos quienes somos y no incurrir en esa micro discriminación a la que alude Celina Castro
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