Compartimos en este mes de marzo homenaje a las mujeres trabajadoras del mundo otro elemento simbólico que tiene que ver con la capacidad de luchas por los ideales y convicciones de las mujeres en defensa de la dignidad humana.
Para eso CECLAYA, pidiéndole permiso a su
autor, se convierte en vitrina de otras reflexiones al respecto. En esta
oportunidad, desde lo que ha significado ser mujer negra, africana,
afrodiaspórica, afrovenezolana, les traemos una semblanza de esas mujeres afro
que prefirieron en muchos casos morir de pie antes que vivir de rodillas.
DE NZINGA MBANDI A LAS CIMARRONAS EN LAS AMERICAS
Por Jesús Chucho García correo electrónico fundacionafroamerica@gmail.com
La trata
negrera y la esclavitud, practicada por occidente en África y las Américas, fue
decretado por la ONU en 2001 como crimen de lesa humanidad. Ante ese vergonzoso
proceso queremos expresar que desde lo que hoy es Republica de Angola, durante
los siglos XVII y XVIII, mujeres valientes de origen Kongo-Ndongo se opusieron
al comercio de esclavizados. Unas de ella fue la guerrera Nzinga Mbandi, quien
logró crear su reinado de Matamba. Ese ejemplo sería seguido por la legendaria
Kimpa Vita, a comienzos del siglo XVIII, quien fue quemada viva por los
portugueses en complicidad con la Iglesia Romana por haber liderado
insurrecciones contra la esclavitud en el antiguo imperio de Kongo Dia Ntotela.
El espíritu de esas dos africanas pasaría como
ejemplo moral a muchas mujeres sometidas a la cruel esclavitud en las Américas y
el Caribe, para que se levantaran contra el sistema esclavista. En Jamaica,
Nanny, de origen Ashanti, lideró un ejército contra la esclavitud inglesa. En
Haití, tenemos a la sacerdotisa vudú, Cecile Fattime, quien provocó la rebelión
contra los franceses a finales del siglo XVIII en el marco de una ceremonia de
su credo. En Estados Unidos, la cimarrona Harriet Tubman, a principios del
siglo XIX, creó una extraordinaria red para liberar a los esclavizados, trasladándolos
clandestinamente hasta Canadá donde estaba abolida la esclavitud. Esa red fue
denominada “El tren subterráneo”, que no era ni tren ni subterráneo, sino más
bien una inteligente articulación para liberar esclavizados de diferentes
estados de USA que implicaba conocimiento de la geografía, así como la
hidronimia y la antroponimia de los lugares. En Venezuela, las cimarronas que
estuvieron corriendo la misma suerte que los cimarrones, como el caso de
Manucha Algarin en el antiguo Cumbe de Ocoyta o Josefina Sánchez en el Cumbe de
Taguaza, ambos en el actual municipio Acevedo (estado Miranda), son un claro
ejemplo del liderazgo de esas afrodescendientes.
De cimarronas a independentistas
Pero esos aportes morales de Manucha Algarin,
Josefina, la reina Guiomar -quien se rebeló con el Rey Miguel en las montañas
de Buria-, así como la resistencia pasiva de la esclavizada María Dolores
-esposa de José Leonardo Chirino-, no fueron en vano, pues quedaron como
referencias de lucha que las cadenas, el cepo, la violación sexual y el racismo
no fueron barreras para aspirar a conquistar la libertad.
Cuando se inició la guerra de independencia,
miles de mujeres que estaban esclavizadas y otras libertarias y cimarronas,
participaron activamente en ese largo conflicto bélico. Ahí estuvieron desde
enfermeras hasta las que manejaban un fusil, disparando un cañón, o empuñando
una espada para los combates cuerpo a cuerpo… de eso nuestra historiografía
oficial poco dice.
María Cumbale, reivindicada por la historiadora
Gregoria Urbano del estado Sucre, es un hermoso ejemplo de lidereza en plena
guerra de independencia, así como los casos de Josefa Camejo y Juana Ramírez,
“La Avanzadora”, sin dejar de nombrar el papel ético de Hipólita y Matea en la
formación intelectual de Simón Bolívar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario